Sistemas de alerta temprana contra el clima extremo

Un artículo publicado por Naciones Unidas (clic para ver fuente) el 23 de marzo de 2022 pone de relieve la urgencia de esta cuestión. Los fenómenos extremos relacionados con el clima y el agua se están volviendo más frecuentes e intensos en muchas partes del mundo debido al cambio climático. Con el crecimiento demográfico, la urbanización y la degradación del medio ambiente, las personas están más expuestas que nunca.

La próxima conferencia de la ONU sobre el clima, programada para noviembre en Egipto, presentará un plan de acción que tiene como objetivo alcanzar esta meta en los próximos cinco años.

La televisión alemana Deutsche Welle ha emitido un documental que expone claramente la problemática a la que nos enfrentamos.

Petteri Taalas, secretario general de la OMM (Organización Meteorológica Mundial), ha señalado que se necesitarán alrededor de 1500 millones de dólares en los próximos cinco años para mejorar la calidad de los servicios e infraestructuras relacionadas con los sistemas de alerta temprana, especialmente en los países menos desarrollados y pequeños Estados insulares en desarrollo.

Un sistema de alerta temprana para inundaciones, sequías, olas de calor o tormentas consiste en una serie de herramientas y recursos integrados que permiten a la población saber que se acerca un clima peligroso e informar sobre cómo los gobiernos, las comunidades y las personas pueden actuar para minimizar los impactos inminentes.

Estos sistemas deben incluir planes de respuesta acordados para gobiernos, comunidades y personas, con el fin de minimizar los impactos anticipados. Asimismo, un sistema de alerta temprana completo debe aprender de eventos pasados para mejorar continuamente las respuestas ante futuros peligros meteorológicos, climáticos, hídricos y ambientales.

Las previsiones indican que las temperaturas mundiales alcanzarán niveles récord debido a los gases de efecto invernadero y al fenómeno natural de El Niño, lo que tendrá repercusiones en la salud, la seguridad alimentaria y el medio ambiente. El fenómeno de "El Niño" aumenta las temperaturas globales en el año siguiente a su aparición. Por lo tanto, se estima que entre 2023 y 2027, la temperatura global media anual estará entre 1,1 °C y 1,8 °C por encima de la media de 1850-1900, que se utiliza como referencia porque fue anterior a la emisión masiva de gases de efecto invernadero.

Además, los estudios de la OMM revelan que los patrones de precipitación para el período de mayo a septiembre de 2023-2027, en comparación con la media de 1991-2020, sugieren un aumento de las precipitaciones en el Sahel, el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia, así como una reducción en el Amazonas y partes de Australia.

Ante estos desafíos, es de vital importancia que Naciones Unidas reciba los recursos necesarios para fortalecer los servicios meteorológicos y climáticos, a fin de apoyar la adaptación al calentamiento global. Entre las prioridades se encuentra la iniciativa en curso "Alerta Temprana para Todos", destinada a proteger a la población de condiciones meteorológicas cada vez más extremas, y una nueva "Infraestructura de Vigilancia de los Gases de Efecto Invernadero" para contribuir a la mitigación del cambio climático.

En resumen, la inversión en sistemas de alerta temprana se convierte en una necesidad apremiante para enfrentar los desafíos del clima extremo y proteger a la población mundial de sus impactos devastadores. La conferencia de la ONU sobre el clima en noviembre será un escenario crucial para presentar soluciones concretas y acelerar la acción global hacia un futuro más seguro y sostenible.